La Navidad con expectativas realistas

Otra de las causas que nos hacen sentir mal en la Navidad es que nuestras expectativas no se cumplen, normalmente nos hacemos unas expectativas sobre lo que queremos que ocurra, distintas a la realidad. 

Por ejemplo esperamos que nuestra pareja esté con nosotros extremadamente cariñoso o cariñosa porque es Navidad, porque tiene unos días de descanso, porque estaremos con la familia, cualquier cosa, y justo él o ella lejos de esas expectativas se comporta al revés, y quizá es simplemente porque él o ella también tiene unas expectativas sobre nosotros que no se cumplen. Eso mismo ocurre cuando pedimos al hijo adolescente que ayude en casa ya que tiene vacaciones y él elige ir con los amigos, a su vez la madre se irrita y ya no cumple con las expectativas del adolescente de tener una madre permisiva y comprensiva hacia él. Y qué decir de las familias, suegros, tíos, cuñados, etc. Siempre estamos esperando que se comporten de otra manera, que no digan ciertas cosas, que nos regalen algo que nos guste,….

¿Cuanto hay de diferente en esos comportamientos a los demás días del año? Realmente no difiere mucho, pero como son vacaciones y además Navidad, nuestras expectativas simplemente son superiores. Este es el mal de las vacaciones en general. Cada uno nos hacemos unas expectativas sobre lo que queremos que ocurra que no se ajusta a la realidad. ¿Y qué podemos hacer para remediarlo?.

1. Lo primero es ser consciente de esto que acabo de explicar y tener unas expectativas sobre los demás realistas, porque se comportarán como siempre.
2. Lo segundo es hablar con los tuyos, llegar a un consenso de lo que esperas de él o ella en estos días y al revés. De esta manera estáis consensuando las expectativas y no depositarás en la otra persona toda la responsabilidad.
3. Lo tercero y regla de oro para todo, aceptación. Acepta a los demás como son, no quiere decir que no establezcas límites si hay que ponerlos. La aceptación es la base de cualquier buena relación. Te acepto como eres pero quiero decirte que este comportamiento no me gusta. Esta base hará que no te sientas mal, porque tú no eres quien puede cambiar esto.
4. Cuarto cambia la perspectiva de lo que ocurre. No hagas de estos días algo “tan especial”, no magnifiques. Son unos días específicos de Navidad y no son ni más ni menos que los demás días del año. Vívelos con intensidad y armonía, pero son días que empiezan y acaban. Disfruta al máximo de ellos, pero como deberías disfrutar el resto de los días del año. Si hay algo que estás viviendo que no te gusta o que te hace sentir mal, vívelo como si estuvieses dentro de una película pero tú lo observas desde la butaca del espectador; tú sabes que esa película va acabar, así que siéntete seguro por ello y no sufras.

Por tanto expectativas realistas para estos días y como dije en el artículo pasado: Haz lo que quieras, no lo que tengas que hacer.

Sonia Navajo

Fundadora Crea-t