El amor de los profesionales de la salud
Hoy quisiera compartir con vosotros una experiencia que viví este fin de semana. Tengo un familiar con neumonía y tuve que acudir a urgencias en dos ocasiones, un día a un hospital privado y otro a uno público. Sinceramente no creo que se pueda diferenciar mucho entre el tiempo y la atención prestada en un sitio o en otro. Pero sí el volumen de gente, como es normal.
La sensación que tuve es que da igual de razas, da igual de castas, da igual la edad,…. todos estamos expuestos en algún momento de nuestra vida a tener que pasar por ahí. Y para ello hace falta tener mucha paciencia……. Y educación.
De lo que me gustaría haceros partícipes es de lo que observé del personal que nos atendía: desde médicos a enfermeros, auxiliares, celadores,…..
Yo les observaba y pensaba en qué sentirían. Durante unas 7 horas que estuve allí cada día observé las habilidades necesarias para prestar atención a los enfermos y familiares. Algunos gritaban, otros no tenían un aroma agrabable, otros eran un poco mal educados, otros exquisitos en el trato,… Pero no percibí ninguna diferencia de atención del personal hacia ellos.
Las habilidades que han desarrollado para prestar atención en urgencias es de una extraordinaria eficiencia y organización, de tal manera que ante un enfermo tienen que actuar mínimo tres personas y hacerlo lo más rápido posible y sobre todo sin equivocarse. Siempre hay un líder, demostrando grandes dotes de trabajo en equipo. Su trabajo tiene que se escrupulosamente sensato y analítico, sin pasar nada por alto y sin hacer muchas veces caso al paciente que o resta importancia o exageran los síntomas.
Y por supuesto el calor humano hacia los pacientes es primordial. Una habilidad necesaria de este grupo de trabajadores es que le guste trabajar para y por las personas, ya que deben saber ponerse a la altura de cualquier tipo de personas. Tienen que atender con amor, comprensión, dulzura y a veces autoridad a los enfermos y sobre todo a los familiares de estos.
Estas habilidades son cruciales para desempeñar sus funciones en un hospital. Es importantísimo que cualquiera que trabaje allí lo tenga claro.
Sería tan beneficioso que cada cual encuentre los valores que le movilizan, para que cada uno haga de su profesión su pasión, y así se levante por las mañanas lleno de energía vital.
Es importante que cualquier profesional que trabaje con la salud de las personas, bien sea física o mental, ame su trabajo, ame a las personas, se preocupe por desempeñar un trabajo de calidad de manera eficiente (de tal forma que se sientan resultados en poco tiempo), sea honesto y sea generoso.
Hoy quiero reconocer el trabajo de estos profesionales y recordaros lo importante que es encontrar la pasión en vuestro trabajo.
Sonia Navajo Fundadora de Crea-t Centro de Psicología, Coaching y Desarrollo. Las Rozas (Madrid)
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